Ocupándose de la salvación con temor y temblor: Entre la santidad y la perseverancia

 


Bosquejo 

  • Introducción 
  • Contexto de Filipenses 2:12-13
  • Análisis teológico y exegético 
  • La seguridad de la salvación y la perseverancia 
  • Conclusión 
  • Bibliografía 

Introducción 

La doctrina de la perseverancia de los santos, fundamental en la teología reformada, sostiene que aquellos que Dios ha llamado y regenerado perseverarán en la fe hasta el fin. Según la Confesión de Westminster (XVII.1), los elegidos "ciertamente perseverarán en (la gracia) hasta el fin y serán eternamente salvos". Esta doctrina, profundamente ligada a la elección divina y la santificación, asegura que la salvación del creyente no depende de sus propios esfuerzos, sino de la fidelidad de Dios. Juan Calvino, en sus Institutos de la Religión Cristiana, enfatiza que la perseverancia es consecuencia de la elección divina, asegurando que "Dios no abandona a su obra en aquellos que ha llamado" (Institutos, III.24.6).

En Filipenses 2:12-13, el apóstol Pablo escribe: "Ocupáos en vuestra salvación con temor y temblor. Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad". Este pasaje, que ha suscitado mucho debate, presenta la tensión entre la soberanía divina y la responsabilidad humana. John Murray, en Redemption Accomplished and Applied, explica que este texto "afirma la necesidad de la acción humana mientras subraya que toda capacidad y deseo de actuar proviene de Dios" (p. 148).

Por tanto, la perseverancia de los santos no es una excusa para la complacencia, sino un llamado a la dependencia y reverencia continua hacia Dios. Proporciona la confianza necesaria para enfrentar la vida cristiana y fomenta una actitud de humildad y diligencia espiritual, asegurando la glorificación final del creyente en Cristo.

Contexto de Filipenses 2:12-13

Análisis del texto 
Filipenses 2:12: "Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no solo en mi presencia, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor."
Filipenses 2:13: "Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad."

El análisis de estos versículos revela una interacción dinámica entre la responsabilidad humana y la soberanía divina. En Filipenses 2:12, Pablo exhorta a los creyentes a ocuparse de su salvación con "temor y temblor". La frase "ocupaos en vuestra salvación" (griego: κατεργάζεσθε) sugiere un esfuerzo continuo y diligente. Richard B. Gaffin Jr., en By Faith, Not by Sight, subraya que "este esfuerzo no es para ganar la salvación, sino para vivirla plenamente en respuesta a la gracia de Dios" (p. 75).

Contexto inmediato 
Filipenses 2:12-13 se sitúa en el contexto de un llamado a la humildad y al servicio, ejemplificado por el himno cristológico de Filipenses 2:5-11. En estos versículos, Pablo presenta a Cristo como el ejemplo supremo de humildad y obediencia, quien "se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz" (Filipenses 2:8). James D. G. Dunn, en The Theology of Paul the Apostle, observa que "la exhortación a ocuparse en la salvación con temor y temblor sigue naturalmente del ejemplo de Cristo, y es un llamado a vivir en consonancia con la humildad y el sacrificio de Jesús" (p. 637).
El pasaje también se relaciona con la exhortación a "hacer todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones" en Filipenses 2:14, indicando que la obediencia y la reverencia deben manifestarse en actitudes y acciones prácticas. Así, el contexto inmediato refuerza la idea de que la vida cristiana es una respuesta continua y activa a la obra salvadora de Dios en Cristo.

Análisis teológico y exegético 

Significado de "ocuparnos" (griego: κατεργάζεσθε):
  • La palabra griega κατεργάζεσθε, traducida como "ocuparnos" en Filipenses 2:12, implica un esfuerzo continuo y diligente en la vida cristiana. Esta acción no es para ganar la salvación, sino para vivir plenamente en respuesta a la gracia ya recibida. John Murray, en Redemption Accomplished and Applied, señala que "el término sugiere un proceso activo y dinámico, en el cual el creyente participa cooperando con la obra de Dios en su vida" (p. 152).
Salvación como proceso:
La salvación en la teología cristiana se entiende como un proceso que incluye justificación, santificación y glorificación.
  • Justificación: Es el acto inicial de ser declarado justo delante de Dios por medio de la fe en Cristo (Romanos 5:1). Juan Calvino, en sus Institutos de la Religión Cristiana, describe la justificación como "el fundamento sobre el cual se construye toda la vida cristiana" (III.11.1).
  • Santificación: Es el proceso continuo de ser hecho santo, mediante el cual el creyente es conformado a la imagen de Cristo. Wayne Grudem, en su Teología Sistemática, explica que "la santificación es la obra progresiva de Dios y el hombre que nos hace más y más libres del pecado y semejantes a Cristo en nuestra vida real" (p. 746).
  • Glorificación: Es la culminación de la salvación cuando el creyente es perfeccionado en la presencia de Dios (Romanos 8:30). Anthony Hoekema, en Saved by Grace, afirma que "la glorificación es el estado final y completo de la salvación, donde la redención es consumada en todos sus aspectos" (p. 274).

Con temor y temblor: Humildad y reverencia ante Dios:
  • La frase "con temor y temblor" en Filipenses 2:12 no implica un miedo servil, sino una reverencia santa y profunda humildad ante Dios. Karl Barth, en su comentario sobre Filipenses, expone que "el temor y temblor aquí son una respuesta apropiada al reconocimiento de la santidad y majestad de Dios, y no un miedo a la condenación" (p. 93).
  • Esta actitud de reverencia implica una constante consciencia de la grandeza de Dios y nuestra pequeñez. Tomás de Aquino, en su Suma de teología, argumenta que "la reverencia es una virtud que nos inclina a respetar a Dios y a someternos a Él en todos nuestros actos" (II-II, Q. 82, Art. 1).
Conciencia de nuestra dependencia de Dios:
  • El "temor y temblor" también refleja una profunda conciencia de nuestra dependencia total de la gracia de Dios. Richard B. Gaffin Jr., en By Faith, Not by Sight, señala que "esta actitud reconoce nuestra debilidad y la necesidad constante de la gracia sustentadora de Dios para perseverar en la fe" (p. 83).
  • Este reconocimiento de nuestra dependencia es crucial para evitar el orgullo espiritual y fomentar una vida de humildad y confianza en la provisión divina. John Stott, en su libro la cruz e Cristo, comenta que "una verdadera comprensión de nuestra dependencia de Dios nos lleva a una vida de gratitud y servicio, reconociendo que todo lo que somos y tenemos proviene de Su mano" (p. 251).

La seguridad de la salvación y la perseverancia

Soberanía de Dios en la salvación: Dios obra en nuestras vidas

Filipenses 2:13: "Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad."
  • Este versículo enfatiza que tanto el deseo como la capacidad para obedecer provienen de Dios. John Murray, en Redemption Accomplished and Applied, argumenta que la obra de Dios en nosotros garantiza que nuestra perseverancia no depende de nuestra fuerza, sino de Su gracia y poder soberano (p. 152).
  • Dios no solo inicia la salvación, sino que también la sustenta y la lleva a cabo en la vida del creyente, asegurando que aquellos a quienes Él ha llamado perseverarán hasta el fin.
Iniciativa y sostenimiento divino 
  • La salvación comienza con la elección soberana de Dios y se mantiene por su gracia. Efesios 1:4-5 afirma que "nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor, habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo."
  • Wayne Grudem, en su Teología Sistemática, explica que "la seguridad de la salvación se fundamenta en la fidelidad de Dios para completar la obra que ha comenzado" (p. 789). Esto proporciona una base sólida para la confianza del creyente en la perseverancia.
Responsabilidad humana: La colaboración con la gracia
  • Aunque la obra de Dios es fundamental, los creyentes son llamados a responder activamente a esta gracia. Filipenses 2:12 insta a los cristianos a "ocuparos en vuestra salvación con temor y temblor."
  • Richard B. Gaffin Jr., en By Faith, Not by Sight, subraya que "este esfuerzo no es para ganar la salvación, sino para vivirla plenamente en respuesta a la gracia de Dios" (p. 75). La santificación, entonces, es un proceso cooperativo donde el creyente se esfuerza, pero siempre bajo la dependencia de la gracia divina.
Frutos de la salvación 
  • La verdadera salvación se evidencia en una vida transformada. Santiago 2:17 afirma que "la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma."
  • Juan Calvino, en sus Institutos de la Religión Cristiana, enseña que las buenas obras no son la causa de nuestra salvación, sino el fruto y la evidencia de la misma (III.15.1). Una vida que refleja los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-23) es una señal de la obra continua de Dios en el creyente.
Entre la seguridad de la salvación y la perseverancia
  • La Escritura ofrece múltiples pasajes que aseguran la perseverancia de los santos. Juan 10:28-29: "Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre."
  • Romanos 8:38-39 declara: "Porque estoy convencido de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro."
  • Wayne Grudem enfatiza que estas promesas ofrecen una seguridad inquebrantable de que la salvación del creyente está segura en Cristo (Teología Sistemática, p. 791).
  • Aunque la seguridad de la salvación está garantizada, la Biblia también exhorta a los creyentes a perseverar en la fe. Hebreos 3:14: "Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio."
  • Esta exhortación no contradice la seguridad de la salvación, sino que actúa como un medio de gracia para asegurar la perseverancia. Thomas Schreiner, en Run to Win the Prize, argumenta que "las advertencias y exhortaciones en la Escritura son herramientas que Dios usa para mantenernos fieles y perseverantes" (p. 112).

Conclusión 

El pasaje de Filipenses 2:12-13 nos ofrece una perspectiva profunda y equilibrada sobre la relación entre la soberanía de Dios y la responsabilidad humana en la salvación. Al exhortar a "ocuparnos en nuestra salvación con temor y temblor," Pablo nos llama a una vida de reverencia activa, reconociendo la santidad de Dios y nuestra dependencia de Su gracia. La seguridad de la salvación está garantizada por la obra fiel y continua de Dios en nosotros, quien produce tanto el querer como el hacer según Su buena voluntad. Al mismo tiempo, se nos insta a vivir diligentemente en respuesta a esta gracia, manifestando los frutos de la fe y perseverando en la santidad. Este equilibrio nos proporciona una base sólida para vivir con confianza y humildad, sabiendo que nuestra perseverancia está asegurada por Dios, mientras respondemos con una vida de obediencia y reverencia.

Bibliografía recomendada

  • Barth, Karl. Epistle to the Philippians. Louisville: Westminster John Knox Press, 2002.
  • Bonhoeffer, Dietrich. The Cost of Discipleship. New York: Touchstone, 1995.
  • Bonhoeffer, Dietrich. Life Together: The Classic Exploration of Christian Community. New York: Harper & Row, 1954.
  • Calvin, John. Institutes of the Christian Religion. Edited by John T. McNeill. Translated by Ford Lewis Battles. Louisville: Westminster John Knox Press, 1960.
  • Dunn, James D. G. The Theology of Paul the Apostle. Grand Rapids: Eerdmans, 1998.
  • Fee, Gordon D. Paul's Letter to the Philippians. Grand Rapids: Eerdmans, 1995.
  • Foster, Richard. Celebration of Discipline: The Path to Spiritual Growth. San Francisco: HarperSanFrancisco, 1988.
  • Gaffin Jr., Richard B. By Faith, Not by Sight: Paul and the Order of Salvation. Milton Keynes: Paternoster, 2006.
  • Grudem, Wayne. Systematic Theology: An Introduction to Biblical Doctrine. Grand Rapids: Zondervan, 1994.
  • Hoekema, Anthony A. Saved by Grace. Grand Rapids: Eerdmans, 1989.
  • Lloyd-Jones, D. Martyn. Spiritual Depression: Its Causes and Cure. Grand Rapids: Eerdmans, 1965.
  • Murray, John. Redemption Accomplished and Applied. Grand Rapids: Eerdmans, 1955.
  • Owen, John. Communion with God. Edited by R. J. K. Law. Edinburgh: Banner of Truth Trust, 1991.
  • Packer, J. I. Knowing God. Downers Grove: InterVarsity Press, 1973.
  • Packer, J. I. Evangelism and the Sovereignty of God. Downers Grove: InterVarsity Press, 1961.
  • Schreiner, Thomas R. Run to Win the Prize: Perseverance in the New Testament. Downers Grove: InterVarsity Press, 2010.
  • Spurgeon, Charles Haddon. All of Grace. Chicago: Moody Publishers, 1984.
  • Stott, John R. W. The Cross of Christ. Downers Grove: InterVarsity Press, 1986.

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